En la localidad de Novales entre paisajes verdes y montañas suaves, se alza una casona cántabra del siglo XVII, un ejemplo excepcional de la arquitectura tradicional de la región. Esta histórica casona ha sido cuidadosamente restaurada, preservando su esencia y su valor patrimonial, pero incorporando las comodidades modernas que garantizan una estancia inolvidable.
En esta casona; historia, confort y naturaleza se encuentran para crear recuerdos inolvidables.
El edificio conserva sus muros de piedra de sillería y mampostería, testigos silenciosos de siglos de historia, que contrastan armoniosamente con la calidez de sus interiores, donde predominan la madera de roble y castaño. Cada estancia ha sido decorada con mimo, combinando muebles antiguos, elementos originales y detalles contemporáneos, creando espacios acogedores y llenos de carácter.
Las habitaciones, todas con baño privado, ofrecen un refugio de tranquilidad y confort. Con amplias ventanas que se abren al paisaje cántabro, cada una permite disfrutar de la luz natural y de vistas privilegiadas al entorno rural.
La casona se rodea de un extenso jardín, perfecto para pasear entre árboles centenarios, frutales y flores de temporada. En el centro del jardín se encuentra un cenador exterior, un rincón encantador para disfrutar de desayunos al aire libre o cenas bajo las estrellas.
En el corazón del jardín emerge una piscina exterior que parece gobernar el paisaje, convirtiéndose en el alma del entorno. Esta piscina, de diseño elegante y rodeada de piedra y césped natural, es mucho más que un simple espacio de baño: es un punto de encuentro entre la historia y el descanso, entre la naturaleza y el placer. La piscina invita tanto al baño refrescante en los días de verano como a la contemplación pausada desde las tumbonas que la rodean.
En este rincón lleno de historia y calidez, los huéspedes pueden disfrutar desde un desayuno pausado con productos locales hasta una taza de café o té acompañada de repostería casera. La decoración combina elementos rústicos originales con toques contemporáneos, creando un ambiente acogedor que invita a la conversación, la lectura o simplemente al placer de dejar pasar el tiempo.
La cafetería es también un punto de encuentro, donde viajeros comparten impresiones de sus rutas por Cantabria o planifican su próxima escapada a las playas, los Picos de Europa o los pueblos cercanos.
Para completar la experiencia, la casona cuenta con un restaurante que rinde homenaje a la gastronomía cántabra, con platos elaborados con productos frescos y de proximidad, ofreciendo una experiencia culinaria auténtica.
La oferta de bienestar se completa con un acogedor spa, donde los huéspedes pueden disfrutar de tratamientos relajantes inspirados en la tradición local.
*El spa permanece actualmente cerrado al público mientras se realizan obras de mantenimiento. La hostería informará de la fecha de apertura a través de esta web.
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